domingo, 20 de octubre de 2013

Pray

 Quién me ha visto y quién me ve, rezumando un poco más de nada, la nada que puedo ofrecer, aplastada, amasada y destrozada, la que sembré, regué, y nunca llegó a crecer; empujé, empujé, y me llevó donde empecé, dejando tan sólo un amasijo de sueños y condicionales que una vez casi vislumbré, a los que una vez extendí la mano y casi, sólo casi alcancé querer. Cómo pesa ahora el júbilo de sueños y esfuerzos vanos, de proyectos cercanos en los que la fe roza lo inhumano; la única llave que aún queda en la mano.

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