lunes, 3 de octubre de 2011

Puede suceder que me vuelva loca.

 Y que todas las cuerdas me sujeten como ropa tendida. Mi obsesión siempre intacta roza lo incomprensible, más aún pesa, pues siempre fue una ilusión imposible, una vida nacida de una frase convertida en un mundo que pasó a ser el mío.
 Un largo viaje lleno de batallas, de pérdidas y nostalgia por el lejano hogar; risas, llantos y lazos que se estrechan; voluntad, cólera y coraje rebosante en cada batalla, en cada paso del camino y en cada palabra pronunciada para sanar un corazón herido lleno de sentimientos.

 Nueve partieron con intención de salvar el mundo pero miles fueron los que derrotaron al mal y más los que dieron su vida por aquello que amaban, nobles hazañas de que sólo los hombres de antaño  fueron capaces. 


























Sin duda ellos sintieron emociones más sinceras y más profundas de las que en mi época y en adelante sentiremos jamás.

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