miércoles, 12 de diciembre de 2012

Gula

 Aprender a atarnos los cordones después de habernos roto el alma a pisotones. Andar sobre el agua, besar nuestros errores, volver a encontrar la magia que nos arrancamos a tirones. Hoy la locura chorrea a borbotones, esa locura que ayer levantaba pasiones, la misma que cada noche me desabrocha los botones, me abandona ante la duda y me desnuda de pudores. Aquí la dicha la traen los pájaros cantores que en platos y platos adornarán mis comedores. Hoy el hambre no es lo que me mata ni saciarme ya me ata. Hoy ya no me hago cargo de lo que sea que cuerda haga.

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