Me miro al espejo y veo una cara tan feliz como triste; una chica incompleta que busca, sin ánimo de encontrar, con miedo a encontrar. Alguien que se autodestruye día a día por no ser lo suficientemente buena; por no ser quien quiere ser o quien todos esperan que sea.
Una soñadora con mil sueños que rara vez ha creído realmente que pudiesen cumplirse; una cría caprichosa que no sabe lo que quiere y que no quiere averiguarlo, porque sabe que nunca la satisfará del todo.
La realidad nunca la hará completamente feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario