Susurros al oído que son gritos que escapan del alma, espinitas que suben a las nubes y que cayendo en picado matan. Ser buena ya me aburre y ser mala no va conmigo; pa' mala la luz de la mañana que me calienta y a mis ojos da abrigo. Sígueme hablando de la dulce nada, de su inexistente mirada y yo termino antes si te digo que me quedo en la parada, que aunque ya lo creía perdido, el autobús de mis sueños todavía ni si quiera ha salido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario