Quisiera envolver cada sonrisa en un manto y esculpir cada llanto que trae la brisa. Quisiera dejarme de rodeos y vestirme con tu camisa mientras te canto. Mataría por ver tus ojos un poco rojos cada vez que me levanto. Y cantarte a través de la brisa para que entiendas bien y sin prisa que te quiero tanto.